Por Ana María Ureña
Sólo en la última partida nosotros les entregamos al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), 602 millones de pesos para su campaña de las Elecciones Municipales, a través de la Junta Central Electoral (JCE).
No obstante ellos se adjudicaron hace pocos meses a través de Gónzalo Castillo, sólo por vía del Ministerio de Obras Públicas, más de 12,500 millones para un supuesto Cemento Asfaltico (AC-30), para comprar alcaldes de su partido que apoyaran a Gonzalo Castillo, así como los incalculables gastos a través de las demás instituciones del Estado.
Entre estas instituciones se encuentra el Plan Social de la Presidencia (Principal Comando de Campaña, de Danilo Medina y el PLD, con nuestro dinero), el cual es uno de los más activos. Pero no conforme con gastarse practicamente todo el Presupuesto General del Estado, para beneficio político, ahora se destapa un abuso y uso de los recursos del Estado, mediante la adquisición de enseres electrodomésticos, que están siendo distribuidos entre sus candidatos para que los donen en busca de comprar voluntades.
El valor de esa compra para salir a -hacer la fiesta con lo que nada nos cuesta- a nombre del «Benefactor» Danilo Medina, es nada menos que por la suma de 380,504,298.50 millones de pesos, que no sabemos por cuantos millones más habrá compras, ya que es hasta ahora lo que hemos podido conocer.
Ahora pues, nos gustaría saber cual es el papel de la Junta Central Electoral, en la aplicación de las leyes que le conciernen, porque hemos visto desde el pasado año como Gonzalo Castillo, el candidato de Danilo y Castaños, ha venido violandolas. Y más recientemente el alcalde de la capital David Collado, el alcalde de San Cristóbal, Nelson Guillén, entre otros, andan por el mismo camino, y nos vemos consecuencias.
Danilo Medina y su escuadron estan abusando y provocando hasta saciedad, calle arriba y calle abajo, utilizando:
Nuestros militares y policías, mientras la delincuencia nos está tragando,
Las tarjetas de créditos asignadas a los funcionarios,
Nuestros vehículos, con el combustibles, neumáticos, respuestos, mantenimiento, Etc.,
Y lo más preciado nuestros recursos humanos (nuestros empleados) y su tiempo -no son del PLD, ni de Danilo- (los pagamos nosotros), obligándoles a presentarse a reuniones para hablarles disparates y tener que llegar a sus hogares tarde en la noche, que no pueden verse con sus hijos, porque bajo amenaza de cancelación deben de ir a llenar espacios. Asimismo a asistir a hacerles el bulto a sus candidatos, bajo el paso de lista. En fin tienen en zozobra a los empleados públicos.
A propósito de esto último, mi vecino le dio un ultimatum a sus esposa, diciéndole: «Es la última noche que llega tarde, no vuelve a su maldita reunión, que hagan lo que quieran, que te cancelen, pero se acabó el maldito relajo de esos delincuentes, y me pusiste en el formulario que te dieron, espero que no se le ocurra llamarme, que los voy a mandar al infierno«, le dijo el pasado viernes, porque ella tiene que salir del trabajo, coger a la reunión a Santiago y llega aquí a Gurabo, tardísimo.
